El exilio de Oliveira

...Por qué no había de amar a la Maga y poseerla bajo docenas de cielos rasos a seiscientos francos, en cama con cobertores deshilachados y rancios, si en esa vertiginosa rayuela, en esa carrera de embolsados yo me reconocía y me nombraba, por fin y hasta cúando salido del tiempo y sus jaulas con monos y etiquetas, de sus vitrinas...en un aire donde las últimas ataduras iban cayendo y el placer era espejo de reconciliación, espejo para alondras pero espejo, algo como sacramento de ser, danza en torno al arca, avance del sueño boca contra boca, a veces sin desligarnos, los sexos unidos y tibios, los brazos como guías vegetales, las manos acariciando aplicadamente un muslo, un cuello....
Entre la Maga y yo crece un cañaveral de palabras, apenas nos separan unas horas y unas cuadras y ya mi pena se llama pena y mi amor se llama mi amor....
Pedazos de Rayuela(Julio Cortázar)
*foto:flickr.com/photos/el_memo/