la homeostasis de las paredes parecen no detenerse, la tranquilidad oscila entre tertulias y pescado enlatado, con los pies helados y los brazos entumesidos de tanto abrazar...pero con ganas de danzar, ver parir sonrisas y abrir esa cajita de pandora que llevas contigo siempre...

Escriben sin cesar, ansiosas sin dejar hablar. El tiempo es corto, el espacio inusual para mí!...
Me contagian su angustia por terminar, salir para irnos a afestejar.
De pronto se me vienen recuerdos, pedazos de fotografías, de canciones y una que otra osadía.
En mi mente tarareo una canción, estoy aburrida..
Me conmuevo y sonrojo ensimismada, no se que pasará, ya que es noche de muertes y rupturas de imágenes sombrías y sensaciones que provocaron más que un gusto o un susto.
Las niñas malévolas reclaman mis escritos, ja! Es una más de sus bromas, una más de nuestras conductas, esas que nuestra alma deja salir, nuestro niño, niños que desean reir, ser libres y disfrutar el aki y ahora....

De planeta en planeta va,
llevando sus lunares y analizando esta.
El principito cierra los ojos y yo lo lleno de besos, su mirada queda fijada en el techo, me mira provocando que me pierda en el mar.
Al principito le encanta jugar, en mi vientre viene y va, llenandolo de besos que me hacen suspirar..
El principito se va, dejandome sin mis cosquillas, sin mis besos, sin mis caricias, sin mis recuerdos, sin él.
Se rehusa a quedarse, sin dejarme a quien mirar...
Le pido al infinito volverlo a contemplar,
no se cuanto durará.
El principito ya no está, ahora me extrañara?

cocinando recuerdos mustios y otros llenos de fulgor,
desorbitados y amarrados viven los duendes
con ganas de volver a jugar y
encontrar dragones rosas para cabalgar...